Diagonales y patinetas: Cristian "Lima" Silva

En abril de 2006 una vecina de City Bell, cansada de prestar el skate que tenía en su casa a un humilde jovencito de 13 años, decidió regalárselo. Lo que no sabía era que estaba introduciendo a Cristian Silva a lo que se convertiría en la pasión de su vida, y la causa de cuatro esguinces y una fisura de nariz.

Nació en Posadas, Misiones, y a los cuatro años se mudó a Capital Federal. Ahora tiene veinte y vive en City Bell desde 1999. El “lima”, bautizado así por Ray Escarlón –amigo y skater reconocido de la ciudad de las diagonales-, tuvo que cortarse las rastas para conseguir laburo. Trabajó en una estación de servicio y también de remisero. Riéndose cuenta como se perdió en cierta oportunidad con un cliente: “Agarré una diagonal para el lado que no era, como 20 cuadras de diagonal encima”, cuenta.

Sueña con hacer algo que lo conecte con el skate por el resto de su vida. Está en camino. Lo sponsorean “Big Park” y la marca de tablas “Thankz”. “Era una locura que el Lima no estuviera avalado” recuerda un amigo, “bajándole 5050 a la de siete contra el precipicio de tiro, esa y las otras miles de locuras que baja como si fueran pavadas”.

- ¿Cómo fue que te conectaste con tus sponsors?

- A Thankz lo conecté en Itupark, durante un torneo. Me vio andar y me dijo: “me gusta tu estilo, después pasame unos videos que capaz entras al team”. Y así fue. Después el me hizo la onda para entrar en Big Park.

- ¿Cuándo vas a estar patinando al 100% (por las lesiones)?

- Creo que tengo como para 2 o 3 semanas para volver sin que el tobillo me limite.

- ¿Cómo ves el skate en Argentina? ¿Y en La Plata?

- El skate en Argentina lo veo en su mejor momento. Este año para mí fue la explosión: se llenó de parques públicos y hay cada vez más maquinas. El skate platense también, por suerte, lo veo creciendo día a día. Hay grandes máquinas que nos representan a nivel local y afuera también: Cátulo Lisboa, Ray Escarlon, Tomás Viñes, Santi Garralda y Luquitas Leopardi entre tantas otras que hay por acá.

Es un limado literalmente. La duda sobre el por qué de su apodo se despeja después de verlo patinar una vez. Lo motivan tanto skateparks como el street, y se nota. Es un enfermo del skate y siempre le va a pedir todo.

Por Tomás Lluna.